No entiendo cómo he podido olvidar subir este bolso al blog. Lo hice bastantes años antes de empezar e publicar, pero es un buen ejemplo de reutilización.
Bueno, antes de que se me olvide sigo cumpliendo con los retos de estos dos meses. Aunque pensé que iba a ser más duro no comprar materiales de arte, resulta que así pongo en valor los que tengo.
Sigamos con el bolso...
Llegó a mis manos un bolso de crochet negro con unos adornos en rafia que era un horror de feo. El caso es que el tejido era resistente (lo sigue siendo) y estaba forrado por dentro y todo.
Así que descosí el forro y le quité esos abominables adornos. Lo dejé un tiempo sin tocar porque no sabía muy bien cómo adornarlo.
Cerca de casa había una mercería que iba a cerrar y tenía todo el género a precios muy bajos, así que me volví loca escogiendo botones.
Aunque pueda parecer sencillo, le eché unas cuantas horas porque cada botón va cosido con el hilo de su color y había que ajustarlos para que no se solaparan... Un trabajo de Hércules casi.
El resultado es muy vistoso, es un bolso que tiene muchas enamoradas y que no paran de mirar cuando lo uso. A los niños les chifla y no paran de tocarlo.
Si tenéis como yo, una caja llena de botones os recomiendo que probéis con algo que queráis adornar.
Espero que os guste.
Está chulísimo, yo también he pasadoo al lado de las enamoradas.
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