De tanto uso, la tela se va deteriorando por todos lados pero sobre todo por los puños que son los que tienen un mayor roce.
Como me gusta mucho y no tengo intenciones todavía de deshacerme de ella, decidí repararla. Como no soy demasiado buena costurera para quitar el puño estropeado y sustituirlo por uno nuevo, opté por cubrir los desperfectos con diferentes cintas.
Compré medio metro de varias cintas o pasamanerías y antes reparé un poco con pegamento textil la tela. Luego las cosí a mano.
Y gracias a echarle un rato y unos pocos euros en cintas, he prolongado la vida útil de mi chaqueta al menos un año más.
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