Hace tiempo que tengo por casa uno de esos marquitos tan retro de Ikea al que no le había colocado la foto y también me sobró un trozo de malla plástica que puse en el balcón para que mis gatos no hicieran paracaidismo accidental.
No tiene mucha ciencia, se toma como medida el acetato que tiene en el interior y se recorta la malla con unas tijeras.
Los propios filos que quedan a los lados sirven para introducirlos por la ranura superior
Y al final tienes un expositor de pendientes muy molón. Puedes también pintar la malla de colores o en dorado y añadir otros adornos al marco, pero a mí me ha gustado así. Tengo muchos pendientes que no me pongo a menudo porque no los tengo a la vista, así seguro que me encapricho más de ir cambiando.
Dentro de la colección tengo pendientes hechos por mí... pero eso ya os lo mostraré en otra entrada. Espero que os guste y lo pongáis en práctica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario