Entiendo el éxito del libro electrónico, llevas algo un poco más grande que una calculadora de mesa y que pesa unos 300 gramos en vez de un ladrillo de kilo y pico. Me estoy leyendo uno que me han prestado y lo llevo en el metro, así que me tengo que llevar el bolso más grande de casa. Es evidente que eso no es bueno para la espalda.
Se me ha ocurrido hacerme una especie de bolso con asas a partir de una bolsa de papel de las resistentes (los hay normalmente de tela) que tiene asas de cuerda.
Tomé las medidas dejando el margen de las asas
El lomo lo reforcé con cinta de embalar, la que encontré por casa fue la marrón aunque hubiera quedado mejor la transparente. De todos modos se trata de apañarse con lo que tienes y no comprar más cosas.
Así llevaré el libro en la mano como una limosnera hasta que me lo termine sin destrozar mi bolso.
Con ponerle unos trocitos de celo por dentro para que no se mueva, ya tienes un portalibro hecho en diéz minutos y sin coste alguno.
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